El uso de extensiones puede transformar tu look, pero es fácil cometer algunos errores que pueden dañarlas o hacer que luzcan artificiales. A continuación, te mostramos los cinco errores más comunes y cómo evitarlos.
Uno de los errores más comunes es elegir extensiones que no combinan bien con tu color de cabello. Esto puede hacer que se noten demasiado. Asegúrate de que el color se mezcle de forma natural con tu propio cabello.
Aplicar calor sin usar un protector térmico puede dañar tanto las extensiones como tu cabello natural. Las extensiones son más sensibles al calor, por lo que siempre debes aplicar un producto protector antes de usar planchas o rizadores y mantener la temperatura lo más baja posible.
Muchas personas usan productos con sulfatos o alcohol que pueden resecar y dañar las extensiones. Para evitarlo, utiliza champús, acondicionadores y productos de peinado formulados para extensiones o cabello tratado químicamente.
Dormir sin recoger las extensiones puede causar enredos y dañarlas. Recoge el cabello en una trenza suelta o usa una funda de almohada de seda para minimizar el roce y la fricción mientras duermes.
No mantener tus extensiones con visitas regulares al salón o no seguir las instrucciones de cuidado puede reducir su vida útil. Asegúrate de realizar las revisiones periódicas con tu estilista, especialmente si llevas extensiones de adhesión o de queratina.
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